PRIMER VIAJE DEL PAPA JUAN PABLO II A VENEZUELA


Del 26 al 29 de enero de 1985 se produce la primera visita a Venezuela de un Papa en la historia… Al día siguiente de su llegada a Venezuela, el domingo, 27 de enero de 1985, por la mañana, la gente inunda los alrededores de la sede de la Nunciatura Apostólica en Venezuela, cuando el Papa Juan Pablo II aparece en el balcón para decir, en medio de la algarabía imperante: “Dejad hablar al papa. Hoy es domingo. ¿Qué hay que hacer los domingos?” Y la multitud contesta con coz fuerte y entusiasta: “Ir a Misa…” Y el Papa prosigue: “Pues os invito a la Misa. El Papa está hoy con vosotros. Buen día… Buena mañana” 1. Es una evidente alusión a la multitudinaria Misa, pautada para las 9:45 a.m. en la explanada de Montalbán. Pero antes de la Misa todavía tiene lugar un encuentro con los polacos y otros inmigrantes del este europeo: croatas, lituanos, letones, húngaros y ucranianos…

Después del encuentro, el papa dirige en el papamóvil a la explanada de Montalbán, donde les espera una muchedumbre calculable en un millón de personas, la mayor concentración humana en la historia del país, un océano de gente ferviente y desbordante de entusiasmo… Muchos han pasado a la noche a la intemperie para asegurarse un buen sitio. Todavía las gentiles colaboradoras del “Garden Club de Caracas” ultiman, corrigen, estudian algún detalle del ornato florido del Altar.
Cuando, a las 9:45 a.m., llega el papamóvil, explota la alegría… Con todo, el desarrollo de la Misa es de ritmo ordenado, pausado, solemne, impresionante por el fervor popular… La homilía del Santo Padre se centra en el tema del matrimonio y la familia cristiana: “( … ) para que la santidad de la familia sea preservada, la Iglesia ha de continuar predicando la verdad sobre el matrimonio cristiano y la familia, inscrita por Dios en el corazón del hombre y revelada en Cristo en toda su profundidad. El punto de partida de la doctrina eclesial en este campo está en el concepto del amor conyugal entendido en toda su verdad. Se trata del amor en cuanto comunión interpersonal de los conyugues, que se entregan mutuamente en cuerpo y alma. Este amor interpersonal autentico, base de toda la vida conyugal y familiar, es el que vosotros, queridos esposos, habéis de custodiar e incrementar. Pues el amor conyugal comienza a deteriorarse cuando la entrega entre los esposos se hace más débil, se encierra en el egoísmo. Por ello escribían justamente vuestros Obispos: ‘Desgraciadamente comprobamos la existencia de uniones, que si bien son legítimas, no forman una comunidad de amor. En efecto, el egoísmo, la falta de madurez, la incomprensión, las actividades profesionales demasiado absorbentes y otros motivos, han socavado la firmeza del amor inicial’” 2.
Concluida la homilía, el Papa pronuncia un acto de ofrecimiento de los hijos de Venezuela a la Virgen de Coromoto, y corona la nueva imagen de la Virgen, obra del escultor Manuel de la Fuente, que será venerada en el nuevo Santuario de Guanare, en construcción… Ya no se trata de una Coronación Canónica “en nombre y por autoridad del Sumo Pontífice”, como la del 11 de septiembre de 1952, efectuada por el Cardenal Manuel Arteaga y Betancourt en Guanare 3, sino de una Coronación “por las propias manos del Sumo Pontífice”. No deben ser muchas las imágenes coronadas por las manos del mismo Papa…
Distribuida la comunión e impartida la bendición, la gente vuelve a corear: “¡Juan Pablo, amigo, el pueblo está contigo!”… El Papa no puede dejar de corresponder a las barras, y exclama: “¡Venezuela, amigo, el Papa está contigo!” 4. La euforia alcanza entonces el apogeo insospechado de un verdadero delirio… Concluida la Visita del Papa __ que incluyo otras etapas, como Maracaibo, Mérida y Ciudad Guayana__, a los días el Cardenal José Alí Lebrún, Arzobispo de Caracas, visitó Guanare por expreso encargo del Papa; como lo aclaró oportunamente el propio Cardenal José Alí Lebrún, a quien le tocó, como Arzobispo de Caracas, recibir al Sumo Pontífice: “Viajando con el Papa en su última gira a Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar, el Papa me encomendó el honroso encargo de ir a Guanare el próximo 2 de febrero con un grupo de Obispos venezolanos, para celebrar allí la Misa en su nombre, renovar allí la Consagración de Venezuela a la Santísima Virgen de Coromoto e impartir su Bendición Apostólica a los fieles. Como me manifiesto también su deseo de que me acompañara en este viaje un grupo de Obispos, les he invitado y, de acuerdo con sus obligaciones, varios han aceptado la invitación del Papa” 5. Y, efectivamente, el 2 de febrero de 1985, el Cardenal celebró la Misa en la Catedral de Guanare y, “ante un numeroso grupo de peregrinos y de habitantes de la ciudad, el Cardenal renovó la Consagración de Venezuela a Nuestra Señora de Coromoto y, representando al papa, dio la Bendición Apostólica” 6.

  1. Jesús Martínez, Tras las huellas del peregrino. Cuatro días que hicieron historia, en: Iglesia Venezuela. Boletín del Secretariado del Episcopado Venezolano 13 (1985), Nº 47 (enero-marzo de 1985), pp. 66-74, p. cit. 68.
  2. S.S. Juan Pablo II, Homilía durante la Misa celebrada para las familias en la explanada Montalbán de Caracas “El Matrimonio y la familia cristiana en el marco de la Nueva Evangelización” (27 de enero de 1985), en: L’Osservatore Romano. Edición semanal en lengua española 17 (1985), pp. 52-53, Nº 5.
  3. Cf. Hno. Nectario María, Op. cit., p.49.
  4. Jesús Martínez, loc. cit., p. 69.
  5. Cit. por: R.P. Juan Miguel Ganuza, S.J., Op. cit. p. 83.
  6. Ibid.

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